
HABLEMOS DE AMOR LIQUIDO Y POR QUÉ ES UN ERROR HABLAR DE “GENERACIÓN DE CRISTAL”
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EDITORIAL
Por: Juan Miguel Jaramillo Metrio
Redacción San Buenaventura Estéreo 95.4 FM
Martes, 01 de abril, de 2025
12:30 p.m.
Una metáfora interesante que leemos en Amor Liquido de 2003, es aquella donde menciona Zygmunt Bauman, que el amor se parece al agua líquida en la palma de la mano, si la apretamos el agua saldrá con más velocidad por las ranuras que forman los dedos. El amor nunca ha sido algo que se posea en absoluto, más bien se nos escapa de las manos y entre más lo apretemos será más rápido. Sin embargo, el libro no sólo expone el amor en la posmodernidad, sino el extenso mundo de las relaciones, y advierte como ahora, somos presa fácil de la angustia, la incertidumbre, y en un mundo hiperconectado, de la soledad. Y esta soledad no es, en ningún modo, individual, aunque así se sienta, sino un modus operandi económico y cultural que es de carácter global, es decir las soluciones a estas sensaciones no son soluciones que se puedan pensar desde lo individual sin afectar lo que sucede en el mundo en otros aspectos.
Vale la pena hacer un recorrido por los mitos generacionales y por qué a través de esta idea podemos concluir que no estamos al frente de una “generación de cristal”, estamos al frente de un reto de la humanidad para encontrar un mito que le de sentido a una sociedad tan deteriorada como la que ahora tenemos o construir una nueva.
Las personas crecemos ligadas a la educación que recibimos no solo académica o comportamental sino también cultural, social y ambiental, la cosmología que rige el pensamiento de nuestros padres cala en nosotros y nos convierte en quienes somos y no solo de nuestros padres, sino de nuestra cultura, es decir, cada individuo y cada relación que tenemos aporta a nuestra percepción de la vida y cómo vivirla. Sin embargo, es realmente equivocado creer que las creencias de nuestros padres y las nuestras se deben mantener, y de hecho no lo hacen, porque las dinámicas sociales, culturales y ambientales si están cambiando todo el tiempo. Sería un error pretender pensar como se pensaba hace un siglo con las condiciones y características tan distintas a las de ese tiempo. Solo internet a comienzos del siglo XXI ha significado tantos cambios sociales que en un día de contenido creado y montado a internet hay más información de lo que el ser humano a escrito en toda la historia de su existencia como especie.
Esto quiere decir que las relaciones, nuestra forma de ver el mundo y la vida, nuestras aspiraciones y nuestra manera de sentir y pensar constantemente están cambiando, ahora, analizando esto podemos inferir porque otras generaciones catalogan como “generación de cristal” a otras, en sí, lo hacen porque no entienden las dinámicas del mundo en que esas otras generaciones están y porque su idea del mundo es y fue completamente diferente.
Cuando analizamos la generación que surgió inmediatamente después de la segunda guerra mundial vemos a generaciones que son, en términos generales, una gráfica económica en ascendente, con un mito bien fundamentado, el mito entre otras cosas decía que la vida era: nacer, crecer, trabajar, casarse, tener hijos, envejecer y morir. La siguiente, con algunas diferencias, como educación, propiedades, número de hijos, ubicación (de zona rural a urbana), trabajos (que pasan de la agricultura y la ganadería a las oficinas y los servicios), y la siguiente donde ya entonces existen las vacaciones una vez al año (para pasear), la compra y el uso de tecnología, y llegamos al nuevo milenio donde este mito se esta rompiendo y donde por primera vez en 100 años la siguiente generación (de cristal que llaman) va a tener peores condiciones de vida que las generaciones anteriores (todo lo anterior que las demás generaciones tenían como meta no es posible o ha cambiado de forma).
Estas condiciones son sociales y culturales como lo mencionamos al comienzo de este artículo, son de carácter global, la economía cada vez más precaria, la crisis ambiental y el cambio climático, las sociedades cada vez más fragmentadas y las personas cada vez más solas, en una sociedad que necesita un cambio social, debemos ser capaces de unir las islas en las que nos hemos convertido. Llamar “generación de cristal” a una generación que le toca construir el mito, como le paso a aquellos que sobrevivieron a la guerra en el siglo XX, es al menos, un error.
Curioso que sea a través de la idea del amor que se deba re pensar el mito generacional y la sociedad entera. ¿Acaso tenemos claro cómo sentimos y por qué sentimos de la manera que lo hacemos?
Paz, amor y chocolates.